¿Qué es el plan de mantenimiento?
Un plan de mantenimiento se trata de un conjunto de trabajos de control del mantenimiento y tareas preventivas para llevar a cabo una instalación o para tener el control del equipamiento de la empresa. El plan de mantenimiento preventivo incluye todas las tareas necesarias para prever los fallos que usualmente pueden ocurrir durante una instalación o durante el desarrollo rutinario de una maquinaria. Estas revisiones y acciones pueden ser revisadas manualmente o de forma automatizada por herramientas de control, pero en casi todos los casos es de gran importancia contar con un programa de mantenimiento preventivo que ayude a realizar el seguimiento de las mismas.
Existen equipos que por sus características no se consideran mantenibles desde un punto de vista preventivo, a estos se les tratará de una forma distintas. Para estos equipos se aplican directamente medidas correctivas.
¿Por qué un plan de mantenimiento preventivo?
Sabiendo que existen ambos métodos, método preventivo y correctivo, debemos tener claro cuál de las opciones es óptima. Siempre que sea posible se recomienda optar por el método preventivo, simplemente por el coste, de tiempo y dinero. Ante un método correctivo, cuando nos encontremos frente a una avería debemos tener en cuenta el coste de reparación, los daños que se hayan producido en las instalaciones o en las máquinas concretamente, riesgo que pueden suponer en los trabajadores… Todo esto se traduce en un caos que nos hará perder tiempo de producción, trastornando la planificación, llevando a una deficiencia del servicio y un mayor coste.
Por el contrario, con un método preventivo reduciremos al mínimo la posibilidad de desperfectos, a la vez que es posible determinar las tareas correspondientes a cada actividad, incluyendo cierta información en cada una de ellas: frecuencia, duración, necesidad de permiso de trabajo especial, especialidad y características de la máquina. Este plan engloba tres actividades fundamentales que se dan en toda empresa:
- Actividades rutinarias.
- Actividades programadas.
- Actividades durante paradas.
Fases para organizar un plan de mantenimiento
A la hora de desarrollar un plan de mantenimiento de las instalaciones y equipos debemos realizar un documento donde incluyamos todos los puntos del programa, así como, los registros derivados de su aplicación. Todo ello debe estar definido de una forma clara y concisa. Dentro de la identificación de las instalaciones y equipos, debemos añadir explícitamente cuales son los que tienen una relación directa con el proceso productivo.
- Elaborar un listado con los sistemas: En primer lugar, debemos tener claro que sistemas se van a incluir en el plan de prevención y tener un control sobre los mismos.
- Conocer el equipo: Lo fundamental es tener en cuenta las recomendaciones del fabricante, según el quipo que se vaya a tratar podrá aplicarse en mayor o menor medida los sistemas de prevención.
- Maquinaria y equipo: Una vez conocemos que equipos y en que medida se les puede aplicar un plan de mantenimiento, debemos realizar un inventario incluyendo toda la información. Se debe realizar una ficha detallada en el ERP que incluya esta información.
- Determinar nuestros objetivos: Debemos concretar que es exactamente lo que queremos conseguir, no basta con saber que vamos a reducir los fallos en los sistemas. Por ejemplo, Reducir fallos en un 50% si sería un objetivo real.
- Análisis de los manuales y extracción de las tareas de mantenimiento y las frecuencias de realización: Necesitamos conocer la información pertinente de cada equipo, como plazos de garantía, recomendaciones del fabricante o recomendaciones de los especialistas.
- Aportaciones de los técnicos de mantenimiento de planta: Los técnicos deberán incluirse también en el ERP, según su especialidad intervendrán en unos aspectos u otros.
- Mantenimiento legal: Consultar las normas del mantenimiento en España, importante tener en cuenta los aspectos legales, la Ley de prevención de riesgos laborales, la ley de equipos de trabajo y todas aquellas que afecten a la realización.
- Designar responsables: En base a las especialidades de los técnicos y los equipos, se irán designando la responsabilidad de cada uno de los empleados.
- Escoger el tipo de mantenimiento: Este puede variar según las preferencias de la empresa, se puede realizar según periodos de tiempo o según indicadores concisos, presentados previamente por la empresa.
- Recopilación del plan obtenido: Una vez hayamos realizado todos los puntos anteriores debemos recopilarlos y estudiarlos, si todo está en orden el próximo paso es la acción, vamos a poner en marcha nuestro plan de mantenimiento preventivo.
En conclusión, un plan de mantenimiento nos evitará pérdidas de tiempo y dinero. Para maximizar la eficiencia de los equipos y las instalaciones es necesario llevar a cabo estas medidas. Ahora que conoces lo necesario para empezar a poner en práctica el plan de mantenimiento preventivo nada te impedirá optimizar tu maquinaria. ¡Manos a la obra!